Cómo triunfar sin dar un golpe

No tengo por qué estar de acuerdo con lo que pienso
Carlos Caszely, apócrifo.

Nada es imposible, niuna hueá
Nicolás Massú, Septiembre de 2009.

Los objetos que Joshua Silva dispone a lo largo de la sala nos remiten a una idea perdida de imposibilidad. Las distintas superficies, brillantes, apacibles y discretas, nos remontan a los silencios que se consumen en los espacios fraternos y familiares.

Esta aparente imposibilidad se abre paso por medio de pelotas, arcos, raquetas y aros.  Pero no son los objetos que nos hablan, sino el silencio, repito. No son las pelotas, sino el miedo a la mirada del otro en el camarín del colegio. No son las argollas olímpicas, sino la somnolencia de un niño que en la madrugada se levanta para ver correr a Bolt. No son los arcos, sino el agüita de manzanilla en la enfermería, mientras sangra la rodilla.

Cómo triunfar sin dar un golpe no se puede separar de las distintas estructuras que ensamblan el imaginario estético de Silva. En su reciente disco musical Caer en gloria aparecen, ya no cómo objetos, sino más bien como sedimentos, los mismos agravios y penumbras que en esta muestra. Con dificultad se escucha “Todo lo especial se mide en lágrimas…”.  No hay memoria sin dolor. Sin pudor Silva nos devela cómo es que sus obras se miden, no ya cómo lágrimas, más bien cómo cuerpo.

Es por medio de la inactividad de este cuerpo que nos preguntamos por la figuración de lo inmóvil. ¿Cómo imaginamos los espacios vacíos?, ¿cómo imaginamos el interior de nuestros cuerpos? Al intentar responder estas preguntas aparece el temor, tan valioso para el artista.

El cuerpo se construye por medio de la sangre de narices, por medio del miedo, la histeria y la mirada del otro. Es por aquello que las obras de Silva se enorgullecen de la detención. Como si tuvieran miedo de ser descubiertas.

Lo único que vamos a descubrir al ver el trabajo de Joshua Silva es que tendremos que estar atentos a cuánto daño nos haremos para volver a sentir lo mismo que alguna vez padecimos en esos espacios fraternos y silenciosos.

[Cómo triunfar sin dar un golpe de Joshua Silva, curada por Antonio Echeverría en Espacio Vilches, Universidad Católica de Chile]